lunes, 4 de mayo de 2009

El Destino de un Sinnombre

-A alguien muy especial, con todo el corazón


Hay un pequeño ser al fondo de un largo pasillo. Puedes caminar hacia él, pero permanecerá siempre lejos. Intentarás distinguirlo mejor, pero la luz sobre su pequeña figura siempre será poca. No puedes verlo, ni podrás verlo jamás, pero sabes exactamente lo que es: es un bebé que no llegó a serlo de verdad, un hijo sin padre ni madre, sin nombre ni sexo, sin futuro ni presente. Es el perfecto reflejo de todos los pensamientos e ideas que, apenas después de ser concebidos, son olvidados o abandonados y quedan flotando a su lado, al final de ese largo pasillo que no conduce a ningún lugar. Todas aquellas ideas perdidas apuntaban a ser algo (un cuadro, un cuento, o una melodía) y nunca lo fueron. Esas ideas pueden perderse o permanecer en el olvido para siempre, o acaso renacer con alguna forma similar a la que pudieron tener, pero aquel ser no lo hará. Su silueta estará siempre cubierta por la sombra de la duda, la eterna interrogante sobre ese futuro que no tuvo. Mas será ese ser, a diferencia de todo lo que lo rodea, el único que tendrá la única e increíble posibilidad de ser imaginado. En algún momento una mente vagabunda lo encontrará, lo llevará a su mundo y lo imaginará. Imaginará que fue un hombre o una mujer, que fue bueno, que fue valiente. Imaginará a un viajero incansable o una huérfana solitaria, una actriz o un héroe. Y ese ser será -sin serlo en realidad- todos aquellos seres. Vivirá todas aquellas vidas, aunque ninguna vaya a pertenecerle. Estará ahí para todo aquel que imagine a alguien, prestándole las infinitas posibilidades para crear cualquier destino con él. No estará vivo jamás, pero nunca morirá. Es y será parte del mundo de la imaginación, donde las cosas son jóvenes y viejas, donde todo es posible, un lugar en el que todo pasa pero nada vive. Porque ese ser no vive, ni vivirá ya, pero en cambio es, y por algún tiempo también será.

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